Para muchas de nosotras, que no llegamos al tercer trimestre o a término de embarazo, nos ha tocado la aventura y experiencia de ser una mamá prematura. Pero hoy quiero hablar de uno de los momentos más difíciles que tenemos que pasar las mamás con un bebé preemie (prematuro): regresar a casa sin tu bebé.


Cuando tu prueba de embarazo da positivo, te cambia la vida, estés preparada o no, todo será distinto desde ese momento; nos llenamos de anhelos y deseos, acompañados de un poco de miedos e incertidumbre. Todo parece normal, te estás preparando cuando llegue el momento de convertirte en mamá.

Pero tienes un parto prematuro y…

Nació mi bebé antes y tuve que dejarlo -junto con mi corazón- en el hospital… ¡Sí, regresar a casa sin tu bebé es algo que ojalá no tuviera que vivir ninguna mamá! Pero para algunas de nosotras es necesario, doloroso, amargo y no hay sentimiento en el mundo que pueda definir todo lo que sentimos.

Todos los bebés preemies tienen que quedarse internados el tiempo que les faltó estar en el útero de mamá. Podrán salir un par de semanas antes de la 40, algunos pueden quedarse más tiempo, depende de cada bebé. Pero lo que es un hecho es que tendrán que pasar tiempo en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos) para llegar a su peso, dejar el oxigeno y/o cualquier infección que hayan tenido.

En el fondo sabemos que es lo mejor para nuestro preemie, pero regresamos a casa con el corazón deshecho, con una cuna vacía, ropa sin usar, anhelos y sueños por los suelos. Esas expectativas que teníamos se van enfrentando con una realidad que nunca imaginamos, pero nos toca afrontar y vivirla ¡un día a la vez!

Cuando dejamos a nuestro bebé en la UCIN, nuestro corazón se queda ahí también y es cuando empezamos a vivir en automático para dejar de intentar de entender todo lo que ha pasado.

Este texto lo escribo para todas aquellas mamás que han dejado su corazón en la UCIN, un día, aunque ahora lo veas lejano, tu bebé y tu estarán juntos como siempre lo imaginaste. Te abrazo y te entiendo, cuando lo necesites, escríbeme.