Es muy común escuchar a la gente hablar sobre las dietas, dando consejos sobre lo mejor para bajar de peso como si fueran leyes grabadas en piedra. A mí, como profesional, me daba mucha risa escuchar todo tipo de teorías (por supuesto las que no ponen en riesgo la salud) pero que se han convertido en frases que escuchamos comúnmente como si fueran ciertas.


La alimentación es uno de los temas más rodeados de desinformación, por que todos creemos que sabemos la verdad o simplemente buscamos en internet lo que queremos y nos quedamos con lo primero que leemos.  Pero, ¡tengamos cuidado!

Te voy a compartir los 3 mitos más comunes, o los que yo más he escuchado, con la intención de informarnos ¿y por qué no? también reírnos un poco de nosotras mismas.

Mito 1
No comas frutas y/o carbohidratos después de las 6 pm

comer fruta en la noche

Seguro alguna vez te han dicho o escuchaste por ahí «no cenes carbohidratos por que se convierte en grasa», «es pésimo comer fruta después de las 6 pm» ó «si cenas fruta se fermenta y te engorda». Todos estos son de la misma familia, y no son verdad del todo.

Lo primero que hay que saber es que la nutrición es una ciencia y por lo tanto hay cosas que se comprueban y se vuelven algo así como una ley, una verdad. Sin embargo, con mi experiencia, he aprendido que como la nutrición es una ciencia que se aplica en personas, es imposible que todo sea 100% cierto o aplique para todos.

¿A qué voy con esto? Pues a decirte que hay momentos en la vida de las personas o hay determinadas personas a las que les aplique esto de no cenar frutas o carbohidratos, o evitar consumirlos después de las 6 pm simplemente por que les funciona mejor y listo, a lo mejor su sistema digestivo funciona diferente del mío o su estilo de vida favorece a que esto suceda.

Peeeeeero… no aplica para todos, ni todo el tiempo.  Yo amaba cenar carbohidratos, y muchas veces terminaba mi cena con algo de fruta por que quería algo dulce, y no pasaba nada.  Y hoy, escribo en pasado, porque descubrí que, en este momento de mi vida, a mí me funciona algo distinto.

¿Recuerdas que «el orden de los factores no altera el producto»? Pues aquí aplica igual. En términos teóricos y prácticos, subir y bajar de peso depende de una simple operación matemática. Las calorías que consumo deben ser menos que las que gasto, para poder bajar.  Las calorías que consumo deben ser más que las que gasto, para poder subir.  Entonces no importa a qué hora del día las consuma.

Hoy se sabe que nuestro cuerpo funciona mejor y se adapta a la luz natural del día y no a la luz artificial, entonces lo que sí se recomienda es cenar temprano para que haya una buena digestión, pero claro, hay muchos a los que cenar temprano no nos funciona por horarios, estilo de vida etc.

Sólo sí es importante que sepas que así es, así que si algún día logras recorrer tu cena a cuando todavía hay luz del día, estoy casi segura que te vas a sentir mucho mejor.

Es recomendable cenar temprano, pero no importa si cenas fruta o tortillas, lo importante es descubrir qué te funciona a ti.

Mito 2
La toronja quema grasa

¡Ay no! Este sí me pone de malas (jajajaja) por que sólo estamos buscando la salida fácil. Lo que nos prometa el mejor resultado en el tiempo más corto y así no es.

Seguro también escuchaste lo mismo sobre el agua tibia en ayuno, el té de X o Y que quema grasa, o cualquier alimento o producto milagro que te va a ayudar a quemar grasa. Pues tristemente, no existe nada hasta hoy que sea capaz de quemar grasa como tal o por sí solo.

Como ya dijimos, la manera de bajar de peso es comiendo menos de lo que necesito, pero la mejor manera de quemar grasa es gastando más de lo que consumo. Que aunque parezca que es lo mismo, no lo es tanto.

Lo que sí hay, son algunos alimentos que favorecen la utilización de grasa en el cuerpo como: el té verde, el chile, el vinagre de manzana (entre otros) y que tienen sustancias capaces de acelerar su quema o incluso su metabolización. Pero eso es un tema más científico.

¿Cuál sería mi recomendación entonces? No le pongamos propiedades mágicas a ningún alimento o producto. Mejor tratemos de llevar un estilo de vida saludable la mayor parte del tiempo (con todo lo que implica) y poco a poco lograremos tener un cuerpo más saludable y podremos acercarnos más a nuestra mejor versión.

Mito 3
Hago mucho ejercicio, así que puedo comer lo que sea

Ni eso, ni al revés: «como voy a comer, luego hago ejercicio para compensar».  Menos si acabamos de correr 10 kilómetros, nos damos permiso de desayunar 1 litro de jugo de naranja, con un vaso gigante de fruta con yogurt, miel y granola jajaja. No tengo nada en contra de la fruta o del yogurt, sin embargo, lo que no está bien es creer que un desayuno lleno de azúcar es lo mejor. ¡Evitémoslo!

Seguro ya escuchaste que el 80% es la alimentación y el 20% es el ejercicio. Aunque yo no soy tan fan de ponerlo en porcentaje tan específico, sí me da gusto que cada vez sea más claro y conocido que el ejercicio no funciona o por lo menos no como debería, si no lo acompañas de una buena alimentación.

¿Por qué no me gusta el porcentaje? Pues por que a cada quien nos funciona diferente. Además, las dos cosas forman parte de un estilo de vida saludable, entonces no podemos hablar de salud si alguna de las dos no está presente, pero lo importante es saber que puede llegar a tener mucho más peso la buena alimentación que sólo hacer ejercicio.

Los músculos tienen que estar bien nutridos para poder trabajar y moldearse y al mismo tiempo un músculo fuerte y sano es más activo y quema más calorías. Pero eso no significa que no debamos cuidar la calidad de las calorías que consumimos.

Entonces no, si queremos tener un cuerpo fuerte y sano, no es ideal que descuidemos nuestra alimentación solo por que hacemos ejercicio, ya sea mucho o poco. Al contrario, si queremos que realmente valga la pena el ejercicio, come bien y con calidad.

Como conclusión

Siempre asegurémonos de que lo que escuchamos o leamos sea verdad, tenga algún sustento científico o por lo menos te lo diga alguien que sabe del tema (incluyendo esto jajaja). Pero siempre recuerda que cada quien es distinto, y si algo le funciona a una amiga, no significa que nos tenga que funcionar a las demás.

Evita compartir información que no te conste para evitar que este tipo de mitos sigan llenándonos de falsas esperanzas o malos hábitos. Gracias por llegar hasta el final y por interesarte en saber más sobre buena alimentación y vida saludable.   Ahora cuéntame, ¿a tí que te ha funcionado?  Te leo.