Hay veces que tus hijos te sorprenden y sientes que has hecho bien las cosas. Son algunos detalles que nos hacen ver que algunos sacrificios han dado frutos y que se puede ver algo grande a partir de pequeñas acciones.
Hace unos días, me sentía super mal del estómago, así que les dije a los niños que me iba a recostar un rato y les pedí que ellos solitos cenaran.
De pronto empecé a escuchar ruidos en la cocina y vocecitas hablando muy quedito, pero, entre que me dolía la panza y me estaba quedando dormida, no le presté mucha atención. Total, pasaron como 10 minutos y en eso se acercan cada uno de mis hijos para consentirme porque mamá está enferma.
Cuando empezó cada uno a darme algo, no pude evitar llorar, porque en ese preciso instante me di cuenta que estaban haciendo lo mismo que yo hago en el día a día por ellos.
El mas chiquito, me preparó la cena, unas galletas, rollitos de jamón y un plato de cereal… así como yo les preparo cada noche su cena favorita.
El de en medio prendió la tele y puso en YouTube una música relajante con sonido de naturaleza y lluvia… así como yo les pongo canciones que les gustan cuando no pueden dormir o se sienten mal.
Y la mayor, me trajo un té, y se ocupó de todos los pendientes que había en ese momento, como pagarle al repartidor que nos trajo leche, guardar el mandado, y cerrar la puerta con llave porque ya era noche, así como yo me ocupo día con día de tantos pendientes que hay en casa y que yo pensé que nadie se daba cuenta.
No pude evitar apreciar y valorar tanto este momento, porque como mamás, pensamos que lo que hacemos cotidianamente es tan común, a veces sentimos que esas pequeñas cositas que hacemos por nuestros hijos no trascienden o no tienen tanta importancia, pero ayer me di cuenta: ¡Cuánto valor tienen!
Porque hoy lo hicieron por mí, pero el día de mañana lo harán con sus propios hijos, o con su pareja, un familiar o un amigo.
Querida mamá, no te canses de hacer el bien, con una buena actitud, aunque la mayoría de las veces es cansado, porque el día menos esperado te darás cuenta del gran impacto que tienen todas esas pequeñas GRANDES cosas que haces cada día por tus hijos!
¡Vale la pena el sacrificio porque trascenderá por siempre!!!