¿Recibes consejos u opiniones no solicitadas? Necesitamos empatía. Cuando me convertí en mamá, me di cuenta que lo difícil de serlo es cuando te pierdes a ti misma, y eso, es una consecuencia colateral de convertirse en madre. A todas nos pasa en el momento de tener a nuestros bebés.


Hoy vengo a compartirte una reflexión personal sobre la vida.  Nuestro bebé se vuelve nuestro centro, porque necesita de nosotras, porque desde el posparto las visitas van a conocer al bebé y pasamos a tener el título de «La mamá de …»

Y cuando menos lo recuerdas ya no sabes cuándo fue el último día que te depilaste, maquillaste o pudiste disfrutar de una mascarilla, o tener una conversación personal sin que tenga que ver con lo que le sucede al bebé, como crece o como te has sentido con él.

Al comenzar a cuestionar un poco más sobre mí, sobre lo que yo estoy haciendo a estas alturas de mi maternidad, me doy cuenta que aunque mi esencia está dentro de mi maternidad, la dejé a un lado totalmente en mis metas personales.

Y empezamos a justificar lo que hacemos

Amo a mi hija con toda mi vida, eso no está en duda, pero precisamente se vuelve una constante tener que dar explicaciones a la sociedad de todo lo que haces y porqué lo haces, para que «te entiendan» y aprueben lo que tú por derecho puedes decidir hacer, trabajar, no trabajar, ser independiente, dedicarte al hogar, a estudiar, etc.

Tratemos de ser una sociedad más comprensiva, más empática, más dedicada a lo que realmente me suma a mi. No ganamos nada juzgando, ni tratando de que las personas estén pensando lo mismo que nosotras, todas somos diversas y lo más importante, cada uno de nosotros tiene sus batallas internas que no sabemos.

Por ejemplo: Si alguien tiene miedo a salirse de trabajar y lo hace, de todas formas, por ser su meta personal, no la juzgues, no la cuestiones, empaticemos.

Todas somos buenas opinólogas, hasta que no nos toca ser juzgadas.

¿Cuál ha sido la decisión por la que más te han juzgado ? Te leo.
@mama.empresaria_