La llegada de los hijos a la relación de pareja es como un meteorito, nos impacta desde el tiempo que le dejamos de dedicar a nuestra pareja por estar enfocados en los hijos hasta el cansancio físico y mental que se va apoderando de nosotros. ¿Se acabó el sexo?
El rol de mamá y papá nos va consumiendo. Nuestro yo ideal espera que una vez que se duerman los hijos empiece la noche de pasión, pero lo cierto es que nuestro yo real lo único que quiere es dormir ¿te suena?
Nos quejamos de que han pasado días sin que tengamos ningún encuentro sexual, pero cuando llega el momento en el que quizás sea posible tenerlo se vuelve complicado, es como si fuéramos aprendices en el tema, como si nunca antes lo hubiéramos hecho, no sabemos de qué manera tener ese acercamiento.
¿Te acuerdas?
¿Cómo le hacíamos antes? ¿cómo empezamos? ¿podemos ir al grano? Y literal, mientras desciframos esas y unas cuantas preguntas más, nos gana la risa y mejor postergamos el encuentro.
¡Qué difícil! Otro tema del que nadie habla y muchos menos nos anticipan que va a suceder, es otra situación para la cual TAMPOCO hay manual.
Me acuerdo perfecto que antes de ser papás nuestro mejor “plan” antes que cualquier otra cosa era tener sexo, llenarnos de besos y de caricias, pedir comida, ver películas y dormir abrazados, era raro el día que no teníamos sexo, definitivamente las cosas han cambiado y aunque cada pareja es un mundo tal vez te puedas identificar y algo de esto te pueda servir para retomar lo que parece ya estar olvidado.
Antes de ahondar mucho más en el tema, quiero que sepas es que sí, definitivamente los hijos alteran la rutina sexual, pero esto no significa que tener hijos sea igual a no volver a tener sexo con tu pareja, que los encuentros tengan que ser tan malos como hasta ahora, o bien, que tener hijos sea sinónimo de no volver a tener SEXO JAMÁS (¡tranquila, no es el fin del mundo!)
¿Qué está pasando?
Es por eso, que primero quiero hablarte de dos factores (puede haber más) que puedan estar interfiriendo en tu vida sexual, para que te sea mucho más fácil detectar en cuál de el/ellos debes poner manos a la obra.
Empecemos con el factor del TIEMPO. Cuando nos convertimos en papás nuestra vida da un giro de 180 grados, en donde el tiempo que tenemos para dedicarle a nuestra pareja se reduce de la noche a la mañana y, por ende, las veces para tener sexo disminuyen.
Estamos enfocados en todo (hijos, trabajo, casa, etc.) menos en nuestra pareja, lo/la ponemos en el último lugar de la lista porque le damos prioridad a otras cosas, creyendo que él/ella podrá aguantar estando al final de la lista, pero esto normalmente no sucede así.
El otro factor del que te quería hablar, es el CANSANCIO. ¡Es inevitable! Nos convertimos en papás de nuestro primer, segundo o tercer hijo y estamos agotados, nuestra pila está completamente vacía y por supuesto, que para nada pensamos en tener sexo, mucho menos en planear algún encuentro sexual y ni se diga en pensar que una vez dormidos los hijos vamos a correr a ponernos nuestra mejor lencería para sacar la versión más sensual que tenemos dentro.
La realidad es que postergamos los encuentros sexuales con mil frases y sí, una de ellas es la famosa frase de “estoy cansada”.
Tranquila, no te sientas culpable, a todas nos pasa. Todas lo hemos aplicado, es obvio que prefieres aprovechar las mismas horas de sueño de tus hijos para recargar energías, pero una vez más estás dejando al final a tu pareja, y no sólo a tu pareja, a ti también, porque al final de cuentas sabes que tú también tienes ganas de tener sexo, pero el cansancio simplemente se apodera de ti.
Si crees que alguno de esos factores son los que están afectando tus encuentros sexuales, te voy a compartir una que otra idea para que puedas mejorar y recuperar tu vida sexual.
COMUNICACIÓN
Si están planeando embarazarse, platiquen, estén conscientes que al principio será complicado tener una vida sexual, asuman el cambio para que no los agarre desprevenidos.
Si ya tienen hijos, de cualquier forma, te invito a que platiquen lo que está pasando, compartan su sentir y háganse ver que no porque hayan dejado de tener sexo en meses significa que ya no habrá, al contrario, la plática es justo para poner manos a la obra.
Dejen de tener miedo o pena al hablar de sexo, acuérdense que una buena comunicación puede traer grandes encuentros sexuales con un GRAN FINAL.
COMPLICIDAD
Es clave para un buen sexo. Recordar la conexión y atracción que se ha quedado un poco en el olvido, esa misma que tenían antes de ser papás. Es básicamente conocer las necesidades, los gustos, las debilidades y fortalezas del otro, y lo más importante los deseos e intereses eróticos.
EROTISMO
No se trata solamente de asociar la noche con tener sexo, hay que demostrar deseo y afecto durante el día (un mensaje, una foto, una llamada), acuérdate cómo lo hacías, deja de esconder ese lado que seguro lo volvía loco, es tiempo de que salga.
EQULIBRIO
Deben organizarse, traten de que la balanza no tenga más peso de un lado que del otro para evitar que uno de los dos termine agotado y sin deseo sexual. Distribuyan tareas y obligaciones, sean equipo.
TIEMPO EN PAREJA
Es muy fácil decirlo, pero aplicarlo se puede volver un poco complicado y no estoy hablando de sexo, más bien hablo de ese tiempo en pareja en donde conectamos. Pueden salir a divertirse, al cine, por un trago, un viaje, lo que ustedes prefieran.
Pero recuerda que es un tiempo para dos (SIN HIJOS) no hay excusas, encargar a tu hijo un par de horas no los hará malos papás, al contrario, te aseguro que regresarán con mejor humor.
Finalmente, es importante recordar que no hay manual que nos diga cómo mantener el sexo una vez que llegan los hijos y que todos vamos aprendiendo en el camino, lo importante es que no olvidemos la importancia que le debemos dar a nuestra vida sexual.
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