A los 28 años me propuse que, para celebrar cuando cumpliera 30, haría un viaje sola. Porque lo quiero, me lo merezco, porque lo necesito. Con todo y pandemia, me amarré los pantalones y me lancé a cumplir esto.  Ahora que acabo de regresar, te quiero contar lo que me hubiera gustado que me hubieran dicho antes.


Quiero platicarte sobre aquello que casi todas las mamás soñamos en esos momentos de cansancio extremo, de frustración, o cuando sentimos que no podemos más con toda la lista de actividades por cumplir y marcar como hechas. ¡Viajar!

Ese sueño mental de salir sin más preocupaciones que nosotras mismas, lo que yo quiero hacer o no hacer, cómo y cuando yo quiero.

¿Qué pasa cuando la oportunidad se presenta y decidimos hacerlo? ¿Quién creen que es la primera en llegar con nosotras y no se va? Claro, adivinaste, nuestra fiel acompañante: la culpa.

Si tienes planes de viajar sola o con amigas, este texto es para ti. Lo que ahora escribo es lo que me hubiera gustado que alguien más me hubiera dicho antes de irme.

Un inicio complicado

Los momentos más difíciles son: tomar la decisión de hacerlo y el tiempo en casa antes de irte, verás a tus hijos y te invadirá un sentimiento de culpa. «¿Realmente necesito irme? ¿Es acaso esto lo mas egoísta que he hecho en mi vida? ¿Qué van a sentir mis hijos que su mamá no esté con ellos unos días?» Vas a desear no haber comprado ese boleto y si tuvieras la oportunidad lo cancelarías.

No rechaces esos sentimientos, déjalos ser, siéntelos, llora, sácalo, desahógate, abraza a tus hijos, diles cuánto los amas y que los vas a extrañar. Escribe una carta o haz un calendario para que marquen el día de tu regreso (aunque déjame decirte se les pasara de volada y el calendario no será más que decoración del refri) pero a ti te dará paz.

La culpa es algo que necesitamos aprender a manejar; a poder a decir: «no, no soy egoísta, mis hijos sí me necesitan pero no se morirán si me ausento unos días». He criado niños sanos, llenos de amor y fortalezas para que puedan estar más que perfectos unos días sin mí.

Además de mamá soy mujer, soy yo, tengo gustos, necesidades y también necesito tiempo sola, hacer lo que me gusta, cómo, cuando y en donde yo quiera.

Y sí, tal vez no sea indispensable que te vayas, que te dediques estos días o este fin de semana a ti, en pareja o con amigas, pero te lo mereces.  Haces un trabajo increíble 24/7, no existen días festivos, vacaciones, descansos o incapacidades.

La maternidad es un trabajo corrido, sin descanso y nuestros jefes son los más exigentes, y menos regulados por la ley de protección a trabajadores. ¡Así que hazlo sin culpa! Debería ser un requisito el tomar un tiempo para mamá mínimo 1 vez al año.

Mis consejos:

Ve al lugar de tus sueños, que sepas que pase lo que pase vas a disfrutarlo. Ve con alguien que sepas que te ayudará a pasarla increíble. Pero lo más importante -que de esto depende que tu viaje lo disfrutes al máximo- que tus hijos se queden con personas en quien confíes al 100%, que sepas que los cuidarán como lo harías tú.

Ya sea su nanny de siempre, tu mamá, tu suegra, tu pareja, pero que sepas que estarán bien, que ya están familiarizados los unos con los otros, que tanto ellos como tus hijos se sienten cómodos y eso es tu pase directo a la paz mental.

Si tienes la oportunidad de agregar algo nuevo y emocionante para ellos, aún mejor. Tendrán su versión de vacaciones en casa y no sentirán la ausencia de mamá tan fuerte.

Un placer secreto de todas nosotras

Un plus que agregaría al dulce sabor del viaje es que muchas veces nos preguntamos si nuestras parejas realmente se dan cuenta y valoran todo el trabajo que hacemos diario, si ven la friega que es ser mamá 24/7… y, no te voy a mentir, existe un placer agregado en la organización del viaje que sabes que se dará cuenta de TODO lo que haces, cada detalle, servida de plato, cambiada de pañal, rutina de noche y despertares por la madrugada.

También te recomiendo que trates de acomodar horarios a que te despidas de ellos al dormirlos y no los veas el día que te vas, suena difícil, pero es mucho menos impacto el dejarlos llorando o dar un abrazo y tener que salir.

Deja todo preparado, acuéstalos la noche anterior, prepáralos explicándoles que mamá no estará, pero si estarán tal y tal persona, que mamá va a salir unos días para descansar, recargar pilas, para lo que quieras decirles. Dales las buenas noches diles que los amas y que pronto estarás en casa con ellos de nuevo.

El viaje es increíble, suelta, tómate tu tiempo de peinarte, pintarte, toma una ducha larga, haz una lista de todo lo que quieres hacer y hazlo.

¡Suelta el teléfono!

No agarres el teléfono cada 10 minutos, no hagas video llamadas con ellos (sobre todo si son niños muy pequeños) pues ellos no tienen la noción del tiempo como nosotros y cuando cuelgues sabrás que se quedaron llorando y ni disfrutarás tú, ni ellos.

El ultimo día hablé con mi esposo, y él me tenía en altavoz. Mi hija grande me escuchó a lo lejos y gritó “mi mamá, mi mamá ya llegó”. El corazón se me rompió en mil pedazos, le dije que no, que hoy se acostaría y al día siguiente que despertara mamá llegaría.

Me quede llorando media hora, tardé una hora más en calmar a doña culpa que estaba haciendo ya desastres en mi cabeza, y para ese momento, a mi hija ya se le había olvidado, ya estaba dormida y feliz en su cama, pero yo tardé mucho más en calmar esos sentimientos.

Deslíndate, confía en las decisiones que tomaste antes de irte y cambia el chip: eres tú, antes de ser mamá, tómate fotos, vístete con lo que no te animas a ponerte estando en casa, cómprate algo que te guste, haz horas de sobremesa y siéntate a tomar una taza de lo que quieras caliente, pierde el tiempo, no hay prisas, no hay rutinas, ni horas de sueño que cumplir.

Sinceramente el viaje que acabo de hacer creo está en mi top 3 , regresé con más paciencia, más energía, mejores ideas y con una sensación de plenitud que no puedo describir.

Reconectas contigo misma, recuerdas quién eres, qué quieres y por qué. Tal vez suene tonto, y no tiene sentido el por qué no se logra el mismo efecto estando en casa, pero siempre he pensado que en los viajes se activa un botón de RESET.

Llegas con nuevas ideas, con más energía (incluso aunque llegues cansada) y hasta traes ideas de negocio de regreso.

Conclusión

Vete, disfruta, suelta, dale unas vacaciones a la culpa también, conecta contigo, redescubre que te gusta, quien eres, hacia donde vas. Eres una increíble mamá, una increíble mujer que se merece N días para si misma. Tienes el trabajo mas hermoso pero cansado, no remunerado, menos valorado del mundo, lo estas haciendo increíble, todos necesitamos un break y HOY llego el día que tú le pongas fecha al tuyo.