Aún recuerdo el día que me convertí en mamá, hace ya cerca de 2 años. Mi vida dio un giro de 360 grados, nació mi niña, la alegría de mi vida y de la casa y con ella nació también una nueva mujer. Espera… ¿Una nueva mujer? ¡No, sólo una nueva mamá!


Sí, nuestra vida cambia radicalmente al convertirnos en madres. El que antes era sólo nuestro tiempo, ahora lo compartimos con esa personita tan especial que sigue nuestros pasos.

Es inevitable, sobre todo los primeros años de vida que son tan dependientes de nosotros y necesitan tanto amor de mamá. Y nuestro instinto maternal tan a flor de piel, nos invita a darlo todo por ellos, para protegerlos, para que se sientan amados y apapachados pero comúnmente caemos en un error enorme, olvidarnos de nosotras como mujeres.

Y se nos olvida que mamá también necesita cuidados, se nos olvida que mamá también necesita amor y apapacho, de ella misma y de sus seres queridos, se nos olvida que se siente verse al espejo y sentirse hermosa, entre tanta camiseta sucia de leche, de vómito de bebé y de sudor porque en ocasiones hay días que no hay tiempo ni para bañarse.

Se nos olvida lo más importante

Siempre recordemos que mamá es la gasolina de la familia y necesita estar bien ella física, mental y emocionalmente para que todo a su alrededor fluya de manera positiva.

Así que hoy quiero compartirte unos consejos que descubrí al momento de darme cuenta que necesitaba rescatarme y que me han servido desde que soy mamá para ir recuperando a la mujer que soy y tener esa paz mental que es tan necesaria en esta etapa para dar el mayor amor posible.

#1 Se vale pedir ayuda y darte unos minutos para hacer lo que te gusta.

Eso no te hará menos madre ni mala madre, es válido pedir ayuda a algún ser querido de confianza, ya sea a tu esposo, mamá, hermanos etc.

Será un tiempo de calidad para fortalecer el lazo entre tu bebé y ese familiar que tanto lo quiere y un tiempo de calidad para ti al tener ese pequeño momento para hacer lo que más te gusta, ya sea ejercicio, escuchar música, leer, caminar, arreglarte para sentirte bella, tomar un café, meditar o lo que tú decidas hacer, siempre y cuando sea un pequeño momento para ti y solo para ti, no para hacer tareas domésticas ni responsabilidades que pueden esperar.

#2 Arréglate, quítate la pijama y ponte algo que te haga sentir hermosa.

Este punto puede sonar poco importante o un tanto superficial. Pero te diré algo: es tan importante para no perdernos en los roles de la maternidad y que no sea tan difícil rescatar esa esencia de las mujeres que somos.

Además psicológicamente y emocionalmente nos sienta bien, nos pone de mejor humor y somos más productivas.

Entiendo que habrá días maratónicos que no se podrán pero trata de hacerlo un hábito donde la mayoría de las veces si puedas hacerlo.

Más adelante te contaré secretos de cómo lograr vernos lindas en poco tiempo y más trucos de moda y belleza que estoy segura que te serán muy útiles para verte y sentirte hermosa todos los días.

#3 No te compares, no trates de competir con otras mamás.

Cada una de nosotras llevamos pasos distintos, y ritmo diferente, tenemos objetivos distintos, tenemos raíces y valores distintos, nuestra anatomía y fisiología es distinta, osea todo es diferente.

Lo único en común que tenemos es que somos mujeres atravesando una etapa tan retadora como es la maternidad.

Así que deja de presionarte si una mamá ya bajó los kilos que tal vez tu aún no, deja de sentirte mal porque no tienes la misma paciencia que la otra mamá, no te sientas culpable si eres mamá que trabaja para darle soporte económico a tu familia y la otra mamá si puede estar 24/7 con sus hijos, no te sientas decepcionada si tu diste leche de fórmula y la otra mamá lactó por varios años a su bebé.

Te repito, cada una de nosotras somos diferentes, jamás podremos competir, ni compararnos y mucho menos juzgar.

Vive tu maternidad en tribu, acompañada de mujeres que están viviendo la misma etapa que tú, con las que puedas celebrar logros y desahogarte en los días caóticos, mujeres que te entiendan, te escuchen y te sumen en apoyo y consejos sin prejuicio alguno.