Viajar, esa acción que emociona e ilusiona a mucha gente pero que muchas veces se nos complica poder hacerlo, ya sea porque escogemos destinos lejanos , cuesta mucho y/o porque no tenemos suficiente tiempo para poder hacerlo. Es por eso que esta vez les comparto mi experiencia viajera de un fin de semana en Puebla, un destino cercano a la Ciudad de México.
Puebla es una ciudad colonial que se encuentra a tan sólo una hora en coche de la Ciudad de México y que no sólo es un destino de historia colonial, sino que también es un destino moderno con excelente gastronomía.
Lugares que no te puedes perder en Puebla:
1. El museo del Barroco
Puebla es una ciudad icónica del arte Barroco a nivel nacional y mundial. Su museo es espectacular, de primera, con una arquitectura especial y bien presentado. La limpia y moderna arquitectura de este museo esa joya de diseño creada por el arquitecto japonés Toyo Ito.
El museo está organizado de tal forma que al caminarlo haces un recorrido por el arte barroco, desde sus orígenes en Europa hasta el barroco mexicano, siendo Puebla capital de este último. Un claro ejemplo de esta corriente de arte es la Capilla del Rosario en el centro de Puebla.
2. Subir la Estrella de Puebla
Esta rueda de la fortuna o noria es también conocida como la «Estrella de Puebla» y es la rueda panorámica más grande de América Latina. Me encantó poder subir y ver la zona de Angelópolis en las alturas, es una zona moderna con un gran centro comercial, parques, restaurantes y bares que merece la pena visitar y disfrutar con calma.
3. Subir al teleférico
Si subir a la Estrella de Puebla no fue suficiente, entonces te recomiendo que subas al Teleférico de Puebla que se encuentra en el Parque Paseo del Teleférico en frente al Mausoleo a Zaragoza, en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Este teleférico recorre una distancia de 688 metros a 58 metros de altura. Desde sus cabinas puedes ver panorámicas de los volcanes y la ciudad, pero también el mural urbano más grande del mundo que hace alusión a la famosa talavera poblana.
4. Comer chalupas, enmoladas y chiles en nogada.
Mucha es la comida típica de Puebla, es muy variada y con gran combinación de sabores, pero si algo te puedo recomendar es que no te puedes ir de Puebla sin haber probado las Chalupas, las Enmoladas y los Chiles en Nogada.
El mole poblano es uno de los platillos más típicos y representativos de esta ciudad y es uno de los que más podrían sorprender principalmente a los extranjeros, ya que al estar hecho a base de chocolate y especias hace que cada platillo que lleve esta salsa, sea una explosión de sabores que enamorará a sus comensales.
5. Pasear por el colorido centro de Puebla
Pasear por el centro de Puebla es un goce, ya que sus calles vestidas de coloridos edificios coloniales son super agradables de caminar y te motivan a descubrir a pie el centro de la ciudad.
En tu caminar por el centro no te puedes perder visitar la espectacular Capilla del Rosario (patrimonio de la UNESCO), el barrio de los artistas donde puedes para un rato a tomar algo y admirar los cuadros que venden y pintan los artistas poblanos.
A un par de cuadras de este barrio se encuentra el Parián, un mercado de artesanías poblanas en donde puedes encontrar textiles locales y hasta talavera poblana. Muy cerca de ahí se encuentra el colorido Callejón de los Sapos, conocido principalmente por sus tiendas de antigüedades y sus coloridas fachadas.
6. Subir a la Iglesia de San Sebastián en San Pedro de Cholula
Cerca de la ciudad de Puebla de Zaragoza o también conocida como Puebla de los Ángeles, se encuentra el Pueblo Mágico de Cholula. Este pueblo es un lugar que definitivamente tienes que visitar ya que sus calles con coloridas casas coloniales, sus múltiples restaurantes y la iglesia de San Sebastián son sus principales atractivos.
Lo más interesante de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios es que a simple vista parece que está construida en la cima de una colina, mas no es así.
Está construida sobre la parte más alta de la Gran Pirámide de Cholula o Tlachihualtépetl y además es el basamento piramidal más grande del mundo ya que cuenta con 400 metros por lado.
7. Comer churros con chocolate en los portales de San Pedro de Cholula
Sí, lo admito, soy una glotona y me encanta disfrutar de estos placeres de la vida. Mi recomendación es que después de haber subido a la Iglesia de San Sebastián y pasear por las calles de Cholula, termines el día disfrutando de una buena ración de churros con chocolate. Hay varios tipos de chocolate caliente que van de maravilla con los crujientes churros. ¿Cuántos te atreves a comer?
8. Visitar la catedral de Puebla
Esta enorme catedral fue construida en su primera etapa en 1649, ya que aún le faltaban las fachadas y las torres, las cuales se tardaron muchos años más en construirlas, por lo que se considera que la catedral fue terminada en 1768.
Un dato curioso de las torres de la catedral es que miden 70m cada una y por lo mismo son las más altas de Latinoamérica. El Altar Mayor es considerado una de las grandes obras maestras del barroco de México y se realizó entre los años de 1797 y 1818.
Si no eres religiosa, no pasa nada, tómate tu tiempo y recorre la catedral por dentro y admira todo el arte que ésta tiene.
9. Salir de copas en el Distrito Sonata en Lomas de Angelópolis
Para terminar la noche en Puebla el lugar perfecto es ir a Lomas de Angelópolis al distrito Sonata. Esta nueva zona de Puebla, además de transportarte a una puebla moderna, te lleva también a una gran oferta de restaurantes, heladerías y bares geniales.
Mi recomendación es acabar el día caminando por Sonata, disfrutando de una cerveza en el McCarthy’s con el clásico ambiente de un Irish Pub o comiendo un rico hot dog en Wild Dog, un lugar super original donde te sirven las papas fritas en platos para perros.
Pero si lo tuyo es más de ir a un barecito más a gusto y coqueto, entonces la opción es Salomé.
10. Dejarte sorprender por la amabilidad y la cordialidad de los poblanos.
Este viaje me sirvió para abrir los ojos, romper un estigma y dejarme apapachar por los poblanos que super amablemente me recibieron en esta ciudad. Excelente servicio y atención al cliente tanto en el hotel, como hasta en la churrería del centro de Cholula. La gente fue super hospitalaria y me sentí totalmente bienvenida. Así que no te dejes guiar por los esquemas y estereotipos y déjate sorprender para bien.